Para Angy, peligrosa
En el negro misterioso de tu entorno
y en el negro que te viste y oculta
y en tu pelo oscuro y tus labios rojos
esta la muerte acechando venenosa,
la otra muerte, la de caer en tus brazos
arrastrado por la turbulencia del deseo
atrapado en la red de tus hechizos
enredado en tus manos caprichosas
envenenado por la delicia de tus pechos,
esa muerte donde se muere en el orgasmo,
soñada en detalle mientras te pienso
deseada por yacer erecto sobre tu piel,
hundido en ti, besado por ti, aprisionado
en la convergencia de tu cuerpo y tu alma,
como en los quelíceros de una viuda negra.
(*) La Latrodectus mactans es la araña conocida como viuda negra. Su apodo proviene de que la hembra suele devorar al macho en el apareamiento. Solo la mordedura de la hembra es venenosa para el ser humano y puede llegar a ser letal. La viuda negra busca sitios oscuros y frescos, preferentemente apacibles y en exteriores, en donde difícilmente la mano del hombre las llegue a perturbar. La viuda negra no caza, espera a que su presa llegue accidentalmente a la red y quede atorada en ella. Tampoco ataca inmediatamente. Su estrategia es permitir que el visitante se canse intentando escapar de la red, ya que mientras más se mueve más queda enganchado en los hilos sedosos. Al quedar exhausto e inmovilizado el alimento, la viuda negra se acerca y muerde inyectando el veneno.
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