DE TU CALIDA IMAGEN

Para Patvé

Alzada la falda con desenfado
surgen tus piernas pálidas y suaves
de hembra expuesta a mis ojos
de macho ansioso de tus deseos,
de mujer rendida a mis sueños
de hombre que te busca en su lecho.

Columnas del mármol sagrado
que sostienen el fuego del sexo,
se elevan con la soberbia dulce
del templo donde las ansias sucumben.

Y ese breve triangulo en su altura,
apuntando hacia la tierra ardiente
de ángeles poseídos por anhelos,
apenas oculta tu clítoris punzante
prometiendo la miel derramada
en el éxtasis de su erecta soberbia.

Noche vendrá,
imaginada hasta el cansancio,
en que entre arduas sabanas
de sudoroso onanismo
poseeré la tersura de esa piel
y ebrio de su tacto y caricia
derramare mi propia miel
en denso y orgásmico homenaje.

DONDE?

Para Ma José

Donde andará ella, solitaria y clandestina,
caminando por esas calles populosas
con sus botas y su garbo de princesa oculta
y con sus manos apretando sus sueños de dama
en sus bolsillos de varón incierto?
Donde?, en que esquina?,
por cuales senderos de que parque
se escuchará el aleteo de sus alas
de mariposa equivocada?..., donde...?

NEGRO SOBRE MIEL

Para Angelyn

Solo veo el negro que oculta
la dulce miel de tu piel
y tu pelo negro negro...
que juega sutil sobre tu rostro.

En plena imagen, el negro y tu piel...

Bajo el negro se ocultan tus pechos
y tu pelo negro negro
asume la intensidad de una ola
para marcar en la miel de tu piel
el límite de los sueños
del fuego sagrado
y de los anhelos que te buscan,
dulzura y luto sobre tus senos
como violenta tarde de toros
en la arena suave de tu piel.

Tauromaquia de los deseos en furia,
con el sol ardiendo en mis manos
la sangre bullendo enardecida
y en negro delirio sobre tu pelo.

PETALOS

Para Vero

El garbo de soberbia torera
El rostro de condesa seria
Los ojos de sutil soñadora
La boca esperando un beso
Los suaves pechos juveniles
La pose de cruel perseguidora
Las manos femeninas
Los tensos muslos eróticos
Las piernas de pálida piel peligrosa
Los pies de hembra bailadora
La actitud de doña invencible
El cuerpo entero de mujer ardiente
Solo son los pétalos cerrados
sobre tu inquieta alma soñadora.

BOTAS INTERRUPTUS

Para Mª José

Sensual y excitada como siempre
eres una hembra siempre al acecho,
deliciosa, excitante, siempre dispuesta al placer.
Tus labios que están secos
por el calor que te quema por dentro,
por ese fuego, por esa hoguera.

Me gusta verte así, coqueta, ardiendo en tu fuego
me calientas, me excitas, me erectas,
me enloqueces con esas medias,
con esas altas y blancas botas fetiche
con las que te sientes mas hembra;
como besaría esas nalguitas, ese clitito!
Ay! como te penetraría hasta saciarte!

Pero sabes como me gustaría verte?
toda desnuda, solo con esas botas,
para ver tus pechos, tus pezoncitos
y que te muevas golosa y puta
porque de todas tu eres la mas caliente!

(Ella: oye parece que llegó alguien...
tendré que irme... me perdonas?)

No seas cruel, déjame acabar mirándote
no me niegues tu fuego, tu piel, tu cuerpo excitado
déjame mirarte para acabar por ti, dame tu cuerpo
tu clitito chiquito, dámelo!, dámelo!, dámelo!!

DIOSA SOLA

Para Miriam

Sola, quieta, pensativa y silenciosa
como la estatua de una diosa triste
de mármol tibio y ojos serenos,
sola, como dulce vestal penitente,
lejana e intocable habitante
del templo sagrado del amor.

Sola, hermosa, intensa y virginal
en medio del blanco y negro arco iris,
el rostro como ausente de ella misma,
la breve piel que quema y enciende
todos los ojos que se atreven a romper
el hechizo de su cuerpo imperturbable
en el descanso de la sensual sacerdotisa
que en la hoguera de sus propios sueños arde.

Sola, sobre el solitario lecho perfumado,
esperando al amante que una noche la bese
y la despierte del letargo de su eterna soledad.

RITA - MIA

Para Rita

Arriba solo azul y celeste
como el cielo prometido
que tu mano sujeta con recato

abajo el negro humo
de tus medias incitando
a la tierna y extensa caricia
en el sensual frufrú de su roce

y en el centro la tibieza
la impúdica pie desnuda
de tus curvas corvas
de tus nalgas suaves
de ese dulce surco carnal
que separa y oculta
que divide y ofrece
como un tímido capullo
el deseado botoncito floral

y en el centro del centro esa Y
el lugar donde convergen
tus deseos y los míos
tú de sentir la húmeda caricia
yo de poseerlo con un beso.

QUIERES UN DULCE?

Para la dulce Yahaira

Quiero un dulce, un caramelo, un bocado
un pan o un trozo de carne tibia y perfumada
quiero la sal de tu cuerpo y su sabor entero
quiero lo dulce y lo acido, el néctar y el vino
quiero el trago amargo de tu imposible lejanía
o el mortal veneno de los besos de tu boca.

Quiero lo que sea que tu sustancia etérea;
de ninfa complaciente, de sutil hechicera
de mariposa misteriosa o ave inalcanzable,
destile en la vertiente sexual de tu pubis.

Y quiero más de ti, hasta el vicio o la ceniza,
quiero hacer cumbre en tu sexo inquietante
deleitarme en la pasión del sudor de tu piel
rendirme a la turbulencia de tu sexo binario
y ser tu, yo, ella, el, nosotros desgarrados,
fragmentados por la gracia plena del amor.

NADA

Para Andrea Dorado

Ni el azul, en su clara transparencia
te salva de mis pequeñas perversiones
ni tu actitud de gatita al acecho
ni el cuero sensual que cubre tus piernas
ni tu manos de erótico negro enguantadas
ni el collar, los aros o pulseras
ni el hilo que esconde tu pubis
nada te salva de mi tortuosos deseos.
Salvo tus pechos de niña hembra
tus pezones breves y carnales
tu piel deseada hasta el último poro
tu pelo de fiera leona voluptuosa
tu rostro en la sombra azul de tus ojos
tu pequeña boca de rojo encarnado
salvo toda tu amenazante hermosura
nada te salva de mi delirante lujuria.

ROJO ENCENDIDO

Para Viky de Chile

Fluye el rojo en su fuego sangriento
sobre la línea estilizada de tu cuerpo,
realzando la tibieza pálida de tu piel
encendiendo las hogueras y los deseos
ardiendo en tus curvas y en tu boca.
Rojo que se desliza incandescente
brasa quemante, trampa y yesca,
en la cadencia de tu calida sonrisa
y en la breve sensualidad de tus pies.
Rojo que esconde tus pechos de niña
tu cintura y tu vientre cimbreantes
tu pubis inquietante de hembra distinta
para alcanzar en el borde del incendio
los muslos desnudos de mi tormento.
Solo la pequeña flor en tu pelo se salva
del rojo encarnado, grana, carmín o coral,
porque en la quieta cercanía de tus ojos
el delicado amor se consume en sus reflejos.
Quiero quemarme en ti hasta la ceniza
quiero arder entre tus pechos y esa flor
quiero incinerar mis deseos en tu pubis
y calcinarme perverso entre tus muslos
para fluir ansioso y viril sobre tu cuerpo
como ese rojo en su alto fuego sangriento.

DESDE ARRIBA

Para Yahaira

Te veo
como en un sueño
desde el vuelo de un ave de presa
que planea con sus alas extendidas
hambriento de tu carne dulce
sediento siempre de tu boca

Te veo
en la perspectiva sensual
desde el alto azul acechada
pequeñita, femenina, solitaria

Te veo
a la distancia triste
desde la cumbre de toda esperanza
en el lejos de la altura
que te hace imposible

Te veo
con ojos de predador enamorado
planeo silencioso y voraz
sobrevuelo en círculos tu cuerpo
hasta caer vertiginoso sobre ti.

SOLO ESO

Para Yahaira

Solo eso, tu cuerpo puro y casi desnudo
tus pechos breves de niña soñadora,
la piel fosforescente en su delicado resplandor
tal como dice tu nombre, clara como el día,
el arco de tu escorzo tensado en el deseo,
el pelo salvaje olor a madreselvas o a junglas
tu vientre plano y pequeño de odalisca sagrada,
y en él el misterio del origen de todos los anhelos,
ese fuego oculto, la punzante suavidad escondida,
el nocturno rito de coronarla en caricias impúdicas,
y encender tus quejidos en la plenitud del orgasmo;
solo eso basta para saciar todo afán de piel y de besos.

SOBERANA ABSOLUTA

Para Sara Vanessa Maciel

Arrogante reina en tu belleza plena
y en el negro y la penumbra tibia,
dueña de los ojos que te miran
y de los oscuros deseos de oír tu voz,
de buscarte hasta tu boca inquieta,
de jugar un dulce sueño intranquilo
con el collar que marca tus pechos.
Poseedora de tu cuerpo y tus instintos
posas en propiedad absoluta del reino,
aquel que defines en el gesto soberbio
o la elegante actitud con tu mano femenina.
Entonces, es en la alta y recatada imagen
de dama soberana, misteriosa y distante,
que el inevitable deleite de ver tu rostro
tus manos suaves y tus suaves piernas,
(toda esa piel pura contra el negro sin duelo)
donde me atrapas como cruel viuda negra
hembra escondida, peligrosa y mortal.

COMO NO...

Para Yahaira, la dulce

Como no despeñarme por ti
desde las alturas de tu cuerpo
buscando las orquídeas de tu pelo
y el resplandor secreto de tu piel,
como no emborracharme de ti
hundiendo mí sed en el agua de tu voz
y en las honduras del cenote de tus ojos,
como no enamorarme de ti
acurrucado entre tus pechos
deslizando mi boca hacia tu boca
y saciarme de amor en tus besos,
como no celarme sangriento por ti
con todas mis furias por los que te aman
por los que te desean, por los que te poseen,
como no herirme de muerte por ti
si sé que jamás poseeré tus manos
ni me reflejaré nunca ansioso en tus ojos
ni oiré tu voz susurrando que eres mía.