Para Alicia Jiménez,
Chuyito
Ella, allí sentada
de piernas cruzadas
espera que florezcan
sus sueños de hembra,
toda enjoyada y
sensual, femenina,
su corazón latiendo
ansioso bajo el escote
sus manos cuidadas
hambrientas de apretar
el tallo del falo
que la corone al fin mujer,
su pálida piel
palpitando en ardientes deseos
dama misteriosa en
su soberana ambigüedad
quieta esfinge de
dos rostros y dos sexos
confundidos en su
cuerpo y bajo el mismo sueño,
dama silenciosa en
los delirios de sus lujurias
casta, virgen y
solitaria, tímida y temerosa
oculta a los soles
y las calles, siempre enjaulada
entre los oscuros muros
de su pudor y sus rutinas.
