Para Angy
Total sé con solo cerrar TUS Ojos y YO los míos
fundimos nuestra Pasión y el AMOR…
Angelina Glez
Cerrar los ojos y verte
madura, sensual,
muy cerca
casi tocándonos,
como si la caricia
fuera posible
y no hubiera distancia
para los sueños tibios
que compartimos
siempre
al cerrar los ojos.
Para Pamela, en deseos
Te prevengo damita deliciosa
que he decidido ir y hundirme
en el intento feroz de seducirte,
a pesar de la infranqueable distancia
que nos hace los cuerpos imposibles.
He aquí tu Barón solitario, el mismo,
el varón de tus próximas noches y sueños,
el hombre que adivinaron tus cartas
y que te ardía en tu boca y tus manos.
Soy un lejano macho ebrio de ti, de tu piel,
de tus ansias escondidas y tus secretos,
busco pene-trar en tus oscuros laberintos
para poseer la oculta virginidad de tu alma.
Buscaré entonces tu abrazo enternecido
donde anidan tus deseos más perversos
y buscaré también ese beso encendido,
para acosarte en todas tus imágenes
con el embrujo y fuego de mi verbo.
Para Angy, sexual
Son tus instintos florecidos en tus insomnios
Entre las arenas y las algas del oscuro deseo.
Son esos sueños inalcanzables pero vivos
De ser la perfumada meretriz de Babilonia;
La que los hombres endiosan en sus cuerpos
La que bebe ebria el salado vicio de la carne
La que vende su cuerpo por viriles monedas
La que tintinea y brilla entre joyas y abalorios
La que escalda las pasiones con licor y tabaco
La que urge en los machos deliciosas erecciones
La que acecha quieta como una lánguida hetaira
La de los ojos maquillados como reina egipcia
La que atrapa con la red de su piel a la vista
La del cabello suelto y labios de besos rojos
Son las visiones de tus intensas vidas anteriores
Donde siempre fuiste la soberana de mis reinos.
Para Angy, deseada
Hembra del fuego de mis tormentos
de mi carne estremecida y doliente.
Hembra de roja boca hechicera
poseedora del vértigo inevitable
del incesante abismo de tus pechos.
Hembra en las turgencias de tu cuerpo
en tu piel perfumada e incitante
en tus ojos soñadores e insaciables
en esa extraña sonrisa contenida.
Hembra de todos mis lujuriosos deseos
de aquellos mas ocultos y secretos
de los mas pervertidos y eróticos
de mis masturbaciones escondidas
de mis densas eyaculaciones viciosas.
Hembra por gracia de tu cuerpo
sensual, femenino, deseable,
y por gracia de tu piel exhibida
solo con la impúdica intención
de despertar la codicia del macho
que se erecta en el sueño de poseerte.
Para Pamela, sola
