Para Anneh, arriba
y detrás
Asciendo ansioso a
ese primer peldaño
entibiado por tus
femeninos piececitos
los acaricio, los
lamo, los manoseo
subo deseoso al
segundo buscando
las curvas suaves
de tus pantorrillas
las acaricio, las
lamo, las manoseo
escalo ávido y
extasiado al tercero
en pos de los arco
detrás de tus rodillas
los acaricio, los
lamo, los manoseo
y ya sin peldaños
posibles me remonto
por la tersa
tibieza sensual de tus muslos
los acaricio, los
lamo, los manoseo
me envicio en esas
mórbidas columnas
en sus sexuales
larguras de hembra
desprevenida indefensa
ofrecida
trepo erecto hacia
el apretado paraíso
que apenas se
esconde entre tus nalgas
ese capullo
palpitante de ambiguos goces
esa carnívora y
hambrienta florcita del sur
entonces levanto el
borde del coqueto vestido
y con mis manos en
tus sensuales caderas
te penetro hasta la
ceñida hondura de tus deseos,
así, mientras tú
pintas y pintas de gris el muro
yo voy pincelando
con mi erguido miembro
el carnal y lujurioso
surco que late dilatado
por ahí por entre
el cuarto y quinto peldaño.