domingo, 30 de diciembre de 2007

LA ROSA EXAMINADA


Para Rosy Cross

ESTE CUERPECITO Y CORAZON
YA SON TUYOS,
ROSY

Bajo el ardiente embrujo de tus ojos,
cenotes profundos y misteriosos,
voy recorriendo tu imagen reflejada,
adivinando tu cuerpo mío pero oculto
en el luto lujurioso que te viste.

Así voy rastreando las huellas de otros
los signos de otras posesiones
las marcas que yo no he dejado
los aromas de machos insistentes
los rastros de tu cuerpo violentado
o el registro de tus traiciones voluntarias.

Dueño de ti, ungido por tus palabras,
hurgo en tu escote tibio y turgente
los besos de hombres antiguos,
busco en tus brazos las rendiciones
que antes de mi brindaste a esas sombras,
exploro en el frufrú incitante de tus piernas
indicios de caricias y roces arteros,
indago en tus femeninos pies calzados
vestigios de los territorios del pecado,
rebusco en tu pubis, en tus pechos, en tu piel
el tacto y las cenizas de otras manos,
palpo tu vientre aun latiendo estremecido
y me deslizo celoso por tus corvas nalgas
en busca de señales de ajenas pisadas.

Desespero en ti y entre ti, husmeando
cicatrices, quemaduras, memorias,
infieles evocaciones de otros machos
que antes de mi te poseyeron y saciaron,
pero tu roja boca me hechiza y convence
de que soy el único que habita tus sueños.

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