Buscare tus ojos hasta en fondo del infierno
con la desesperación del naufrago insistente
con el hambre viva y herido en la sed de ti,
para encontrar al fin tu voz desconocida.
Buscare tus ojos en las calles del vicio
y en los altos vitrales de las iglesias,
abriré las tumbas de los amores muertos,
socavaré con furia la esperanza de los felices
y beberé la sangre amarga de los infelices,
con las ansias mas oscuras y siniestras
de encontrar al fin tu voz desconocida.
Buscare tus ojos por el borde del miedo
aterrado de no encontrarte nunca,
pero no habrá puerta que no abra
ni patio donde no rastree tu perfume.
Ebrio, violento, seguiré las huellas,
los pequeños vestigios, los fragmentos,
que en algún lugar tendrá que dejar tu presencia.
Podrás negarte, huir, esconderte,
decir que no existes, desaparecer,
pero seguiré buscando como lobo hambriento
tus ojos tristes en todos los ojos que me miren
hasta encontrar al fin tu voz desconocida.
Solo tu voz, aunque sea en el fondo del mismo infierno.
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