DE LA REINA CRUEL

Para Angélica

Angélica, eres la mas cruel de las reinas,
pero igual mi imaginación se desata por ti,
y te busca en la noche entre mis sabanas,
en las penumbras sudorosas del deseo,
y en las caricias ardorosas del amor solitario,
sintiendo la tierna calidez de tu cuerpo
lánguido y rendido, desnudo, latiendo a mi lado.

Usas y abusas de mi sumisa paciencia,
soberana como eres de todos mis deseos,
con la crueldad de las mas alta de las reinas,
que no me considera digno de ver su cuerpo,
que siente que no merezco sus imágenes atrevidas,
esas visiones del fuego que otros vasallos si merecieron.

Ten piedad de este tu esclavo penitente,
que solo espera contemplar en éxtasis
la misteriosa e inquietante belleza de tu cuerpo,
contemplar la hermosa y pálida desnudez
del sagrado e intocado cuerpo de su reina,
aunque el castigo a tal pecado sea el dolor
del terrible y eterno desden de tu silencio.