Para Dolores P.,
Lola.
Bajo el blanco
virginal alzado
bajo el levantado
brassiere
en sus tres púrpuras
femeninos,
florecen las nubiles
delicias
de tus tímidos pechos
de niña,
esos breves tesoros
de pálida piel
de pequeñas
aureolas inquietantes
y marcados pezones
maduros
que invitan al
beso, la succión
y al salvaje
mordisco macho
que te haga gritar
de dolor/placer
entregada a las
voluptuosidades
iniciales de una
cauta sodomía,
los pequeños
lunares desperdigados
insisten en la
tentación de derramar
chijetes de denso y
caliente semen
sobre la lozana
tersura de la hembra,
de la ansiosa diosa
poco penetrada
del misterios ambiguo
varón afeminado
o del siempre coqueto
joto clandestino.
1 comentario:
Wiii, me has dejado, no se como explicarlo, pasmada?, idolatrada?, en si sin palabras. Gracias, nadie me habia escrito algo tan bonito y cachondo, lo unico que se es que me dejaste cachonda.
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