viernes, 11 de noviembre de 2016

SOLO ELLA SOLA


Para Pía Montero Ciccero

Divina con tu corto vestido blanco
tus piernas enfundas en suave frufrú
el abanico que en tu mano es mariposa
el negro brasier adivinado en tus hombros
la perfecto peinado de dama impecable
y tu boca como intensa roja rosa de besos.

Soberbia en tu hermosa madurez
como una nocturna flor secreta
como una delgada esfinge rutilante.

Triste con tu soñadora mirada perdida
ensimismada en los femeninos sueños
de tu quieta y estilizada sexualidad.

Misteriosa diosa de los túrgidos deseos
de las ambiguas lujurias desatadas.

Sé que solo puedo mirarte desde este lejos,
tocarte levemente con mis dedos machos.

Pero mis ansias son sigilosas y te acechan,
te llevan a mi noche y te sueñan ardiendo.


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