Para Briggite, toda
ella mujer
Hembra furiosa
entre los rojos y los naranjas
entre el desorden
de tus ropajes sobre el lecho
envuelta en las
fálicas fantasías erguidas
de duros machos que
te rompen y enlechan
mientras das
grititos ansiosos de ninfa violada
hembra abierta,
partida, ofrecida, culminante
deseable hasta la
derramada densa eyaculación
que escurre por las
comisuras de tu boca pecadora
ávida mujer de
deliciosas carnes impuras
de mórbidas curvas,
de succionantes goces
de ceñido placer
entre tus glúteos opulentos
niña impúdica que
juegas a ser carnívora loba en celo
exquisita mujer de
ocultos vicios y eternos sabores
dulce fémina
soñadora entre los rojos y los naranjas.
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