jueves, 22 de agosto de 2013

ROJO MUY LEJANO



Para Daniela

Es el rojo el fuego que me incendia
en su loca transparencia impúdica
que como una tenue muleta torera
llama a la embestida del toro erecto.
Es la piel de suave palidez femenina
la que despierta la sed de lamerla,
es la inquietante sensualidad natural,
la actitud de diva en sexual desparpajo
de dama segura plantada esperando,
es el clitito como un fruto maduro
que provoca un hambre ensalivada,
que incita a besarlo lamerlo mamarlo
con la fruición de erguido macho sibarita.
Lo demás es un reloj, un candelabro
un jarro y unas uvas, los tacones negros,
y los cristales en los ojos risueños
de la rubia estatua carnal y excitante.
Pero de seguro vivo muy lejos de ti
y solo me queda el placer voyerista
de ser desde ahora tu ferviente admirador.

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