viernes, 30 de septiembre de 2011

AHÍ, TÚ

Para Briggite


Ahí, sobre el lecho, medio escondida

Reflejada apenas en el pequeño espejo

Escurre sobre ti una corriente de deseos

Arroyo o vertiente de fuegos seminales

Bajo la santa Marilyn yaces así deseada

Encogida perseguida por flujos de semen

De falos inhiestos que buscan tu tibieza

Para pene-trarte hasta el grito y el desespero

Para socavar tus ansias de hembra insegura

Para hundir entre tus nalgas sus durezas

Para hacerte florecer como violada violeta

Ahí, de negro misterioso, de rojo ardiendo

De piel morena, suave como tus susurros

Ahí, ente la iridiscencia sublime del cortinaje

Como una virgen solitaria que sueña y espera

Te escondes, en un afán de equivoca seducción

Ocultas tu rostro como una ninfa avergonzada

Voluptuosa, inocente del pecado de tus muslos

De las delicia de tu confuso encanto silencioso

Del hechizo, del hambre devoradora de tu cuerpo

De la turgencia de tus curvas en carnal escorzo

De la sensación de tu perversión insaciable

Ahí, ocultando el vuelo sexual de la mariposa

Como recién si acabara de salir de tu capullo.