sábado, 15 de enero de 2011

CEGUERA SEXUAL

Para Angy, deseable


Solo percibo los pliegues de tu piel desnuda

su delicada tersura y su misterio sexual,

solo me quema las manos y me enceguece

la ardiente superficie de las dunas de tu cuerpo

bajo el sol penetrante y rígido de mis lujurias;

lo demás es sombra, oscuridad, intensa negrura

en el túnel agobiante del deseo que me urge

a tocar tu cuerpo y saciar en el mis desesperos.


TERRITORIOS MORTALES

Para ella, Angy


Vagaría por el abismo de tus pechos

hasta romperme en destellos de piel,

de tibias caricias, de besos húmedos.

Arrastraría en ellos mi lengua lujuriosa

como un reptil ansioso y desbocado.

Besaría, lamería, sorbería, mordería,

hasta encarnarme en tus pezones;

delicadas flores que sueño erectos

mientras me hundo feliz y consumido

en el abismo vertical que los separa.

Sumergiría mi nariz en ese surco

buscando tu perfume y tu quejido

buscando la hembra detrás de la dama

buscando tus insomnios desesperados

buscando tus deseos de mi boca en ti,

hasta morir atrapado de deliciosa erección

masturbado por la imagen de tus pechos.


RETRATO


Para Angy

Te asomas dulce y sonriente
Tu rostro entre tu pelo y rosado
Los ojos maquillados
Tus labios en rojo
Toda mujer como te sueñas
Toda hembra en el escote.

Te me apareces misteriosa
En la mirada y la sonrisa
Para que me alcance tu perfume
Tu madurez de vendimia
Tu boca que besa
Tu piel de mariposa.

Te ocultas en el recato
Detrás de flores blancas
Del collar y los aretes
Envuelta en el pálido rosado
Pero el grana de tus pasiones
Se delata como una hoguera
En el rojo de tu boca de besos.